Hace un tiempo escribi algo o por lo menos lo intentaba y cada que puedo sigo la historia ,estes es el primer capitulo, espero lo lean y les guste,cualquier cosa comenten .
I CAPITULO
La despedida más triste
Lleva casi 7 meses enferma; pero recién hace dos que me lo dijo y esto fue porque su cuerpo se reveló a su hipocresía y se desplomó en una reunión y me conto todo. Que tonto fui no me di cuenta que su piel estaba más clara, que su cuerpo era más débil y su voz apenas la escuchaba. Creo que me deje llevar por la rutina y todo se volvió tan monótono que olvide prestarle más atención, sí la hubiera besado con más sensibilidad, si la hubiera abrazado con ganas de unirme a ella, sí la hubiera pedido que me cuente lo que paso en su día. Habria escuchado los gritos de auxilio que daba su cuerpo para ayudarla.
Hoy ni siquiera puedo llorar porque no puede verme triste, he soportado tantas lágrimas que creo que la mitad de lo que recorre mis venas es llanto.
Bueno tengo que volver a la habitación donde está ella, nuestros recuerdos, muy a mi pesar su enfermedad y una presencia a la que siempre tuve miedo. Nuestra habitación que antes era nuestro fuerte, ante tantos problemas que nos aquejaban, nuestra habitación siempre arreglada, siempre perfumada como ella, siempre clara, siempre hecha para nosotros. Hoy se encuentra lúgubre, a pesar de que tiene las 24 horas, en su interior, a la persona que la hacía hermosa, hoy nuestra habitación esta tan triste, con ese aroma a medicamentos. Y es que nos descuidamos tanto que nuestro fuerte fue invadido por todas las dificultades, rencores acumulados, tristezas calladas y ausencias diarias.
Las dos de la madrugada irrumpen en la habitación y nos encuentran, a mi casi dormido y a ella aun despierta acariciando mi pelo, parece más bien que ella me cuida a mí. De pronto ella trata de hablarme, me acomodo suavemente y la miro tratando de que vea solo mis ganas de escucharla más no el miedo de perderla que tengo en el alma. El tiempo que se toma para expulsar cada una de sus palabras es casi eterno, creo que es porque su aliento quiere salir al mismo tiempo, esta tan agotada, a pesar de que no se ha movido de esa cama.
Escucho con terror cada una de sus palabras entremezcladas con su aliento, totalmente agotada me dice:
-Te amo con todo el corazón, te amo a ti y a nuestros hijos, dime ¡qué será de ellos!-respira un poco-le digo, no quiero irme pero creo que es lo que pasara-me contesta.
Por un momento siento que yo moriré más rápido que ella, o que peor aun que ya he muerto y esto es un castigo por mis pecados, de pronto ella suelta un suspiro estridente, la sujeto fuertemente de sus manos, en ese momento un “te amo” parece querer llenar el vacío que dejan la ausencia de palabras, la miro fijamente como tratando de que jamás se borre de mi cabeza, su imagen.
Ella suelta una de mis manos y con la suya acaricia mi rostro, veo tan cerca sus labios y con una amalgama de sentimientos contradictorios le doy un beso, es el beso más tierno que le he dado, tanto así que de nuestros ojos empiezan a brotar una a una lagrimas que empapan el rostro de ambos. En esos precisos momentos sucede lo que mas temía desde que empezó nuestra travesía por su enfermedad, esta la ha vencido, mi esposa se está yendo de mi como un suspiro y lo siento en su beso, su mano empieza a perder lo poco de fuerza que tenia, su beso empieza a sentirse frio, sus ojos están a punto de cerrarse por completo, su cuerpo esta quedándose totalmente vacío. De la misma manera que esta habitación, pues se queda sin ella ¡que desesperación e impotencia!; siento que se acaba todo. Como si con abrazarla detuviera a la muerte lo hago con todas mis fuerzas, pero es inútil luego de unos instantes, usando el último de sus respiros suspirando me dice te amo y se va de mi...