No me digas que no hay mejor perdón
o venganza que el
olvido[1]
, porque si me pides olvidar me condenas
a sufrir mas de lo que he sufrido, créeme
que no hay peor dolor que intentar
borrar lo que nos ha causado dolor, prefiero intentar aceptar que fue un error
lo que hiciste conmigo y con ella ; disculparás el morbo pero quisiera
saber a que sabe el engaño, ahora que sé
que tus labios se atrevieron a besar unos totalmente diferentes a los míos, tal
ves así para la próxima sepa cuando alguien
me esta mintiendo.
Y no se si es cierto que me amas
menos que ayer pero que aún me amas a pesar de que siempre te dije que para mi
es o me amas o simplemente no lo haces, pues yo no creo en “te amo de aquí a la
luna”, “te amo hasta el infinito”. Pero veo que intentas tontamente en defenderte,
pero no te culpo porque eso sí es “natural”, mas no hidalgo.
Pero intentaré perdonar sin olvido,
porque hasta eso nada mas podría decirse que tienes derecho, así como yo tengo
derecho a llorar todo el tiempo que necesite, hasta que mi tristeza
acepte que cometiste un error y no me digas que nos hace daño, porqué reprimirme hará que me sienta peor. Y cada
vez que pidas perdón no dejes que tus rodillas golpeen el suelo y tus ojos
queden a la altura de mi vientre, porque la única persona que tiene que
perdonarte soy yo y yo he decidido perdonarte.
Y en compensación debes
olvidar los besos que me diste, porqué ya no lo harás y todas las ocasiones en
que convertimos nuestra cama en nuestro refugio de las murmuraciones y de todos
los que se creen inmaculados, porqué hoy quiero refugiarme en mi vientre pero
nunca sola y porque esa, esa es mi venganza.